El cubismo fue un movimiento artístico nacido en 1907 de la mano de Braque y Picasso principalmente, aunque ha sido ha adoptado por otros muchos artistas.
Esta corriente da pie al resto de vanguardias europeas del siglo XX y se caracteriza porque abandona el punto de vista único y fijo.
Destaca la simplificación y geometrización de las formas iniciado por Cézanne; así como el arte primitivo y de la escultura africana.
El cubismo se asienta sobre la base filosófica de Bergson, quien afirma que el observador acumula en su memoria gran información sobre un objeto del mundo visual externo. Esta es una experiencia que constituye la base intelectual.
El objetivo no es reflejar la realidad en sí, sino la idea de realidad que posee el artista.
Se crea un nuevo concepto de espacio plástico, rechazando la imitación. Las formas y el espacio se fragmenta en planos y los objetos se representan de forma simultánea. Además, se ve una intención de crear transparencias con sombreados arbitrarios.
Diferentes pintores representantes del cubismo son Pablo Picasso, George Braque, Juan Gris, Jean Metzinger, Fernand Léger, Robert Delaunay…
Dentro del cubismo, se distinguen varias etapas:
En primer lugar el Primitivismo o Cezanniano.
En segundo lugar, el Cubismo Analítico que va desde 1907 a 1911. Esta etapa se caracteriza por la presencia de la línea que separa los planos y objetos. Además, se da una progresiva esquematización de las formas y del espacio. Con colores terrosos y poco brillantes con son los marrones, grises, beiges o negros… Y por último, se introduce los elementos gráficos pintados.
En tercer lugar, el Cubismo sintético que va desde 1912 a 1916. Los principales representantes de esta etapa son Léger y Gris. Se caracteriza por el abandono de la descomposición prismática. Además, los objetos se insertan en la obra a partir de una estructura pictórica abstracta. Las formas y figuras están distorsionadas, dislocadas, recortadas o seccionadas. Y por último, los colores son más vivos, a diferencia de la tercera etapa.